Durante la Feria Forestal Chiquitania 2025, el Consejo Boliviano para la Certificación Forestal (CFV/FSC Bolivia) organizó el Simposio de Valoración del Manejo Forestal, un espacio que reunió a cerca de un centenar de representantes de comunidades indígenas, asociaciones productivas, empresas, ONG, universidades, autoridades y candidatos a diputados de la circunscripción 53.

El evento puso en el centro del debate el potencial económico y ambiental de los bosques tropicales bolivianos, que cubren más del 40% del territorio nacional y generan ingresos tanto por recursos maderables como por productos no maderables —entre ellos el copaibo y el asaí— con alto valor comercial en mercados internos y externos.
Bosques como motor económico y ambiental

Eduardo Quiroga, representante del CFV/FSC Bolivia, destacó que los bosques proveen servicios ecosistémicos clave para la seguridad alimentaria y la salud del país, como la regulación del agua, la conservación del suelo y la purificación del aire. “Bolivia es un país netamente forestal… y estos recursos representan oportunidades económicas directas para las comunidades”, afirmó.

También resaltó que las plantaciones forestales son esenciales para recuperar áreas degradadas, incrementar la productividad y mantener la estabilidad ambiental de la región.

Diálogo abierto por la Chiquitania

Marcela Chuve, presidenta de la Central de Comunidades Indígenas de Concepción (CICC), calificó la cita como “una oportunidad de aprendizaje y de evaluación” para fortalecer la gestión forestal en territorios indígenas. Por su parte, Ignacia Supepi, cacique de Economía de la CICC, remarcó que “el tema forestal no solo es sacar madera, también hay muchas riquezas no maderables que pueden generar economía para las comunidades”.

Desde el sector privado, Silda García, representante de Silvicultura Chiquitos, enfatizó que la reforestación y el manejo responsable del bosque son “vitales para el presente y futuro” de la región.

La jornada concluyó con un llamado a articular esfuerzos productivos, comunitarios y políticos para que la conservación de los bosques se consolide como una prioridad nacional y una fuente sostenible de ingresos para miles de familias.