Las inundaciones podrían aminorarse si hubiese una buena cobertura vegetal en el territorio nacional.
El ingeniero agroforestal, Jorge Arévalo Cárcamo, aseguró que las inundaciones se pueden controlar y mermar, si se contrarrestan los incendios forestales y la deforestación.
“Todo reside en los incendios forestales, desde hace más de dos décadas que tenemos inundaciones, porque los recursos forestales están totalmente deteriorados por los incendios forestales y la tala del bosque”, señaló.
Así, explicó que el bosque actúa como una esponja que absorbe el agua lluvia y la retiene, “pero si le quitamos el bosque, lo destruimos, lo quemamos, lo desolamos, la esponja ya no absorbe nada y toda el agua lluvia se va en escorrentía directo a las quebradas, luego a los ríos y por último al mar”.
“Pero si hubiesen recursos forestales, se retuviera, se absorbiera y se controlarían la escorrentía, entonces lo que hay que hacer en vez de gastar tanto dinero en gaviones, mantener a la gente damnificada, en ganadería y agricultura que se pierde, es hacer una campaña intensa sobre la prevención y control de incendios forestales y deforestación”, apuntó.
Recomendó que “todo mundo nos involucremos en la conservación de los recursos forestales”. A su criterio, Honduras necesita una veda para conservar y preservar los pocos bosques que quedan, porque antes había un área forestal y ahora no.
El especialista concluyó que “en una visita realizada a Israel, en ese país convierten los desiertos en bosques y Honduras los bosques los convierten en desiertos y si no se hace nada por bosques, las inundaciones serán más continuas, más frecuentes y más desastrosas, porque con los bosques bien conservados prevenimos las inundaciones y las sequías en el verano”.