Desde hace muchos años, los bosques tropicales del país vienen siendo destruidos sostenidamente. Los esfuerzos oficiales y no oficiales para parar la alarmante deforestación han sido insuficientes
En 1975, Bolivia tenía cerca de 55 millones de hectáreas de bosque y actualmente solo son 45. Quiere decir que sean deforestado 10 millones de hectáreas, la mayor parte para dedicarlas a la agricultura
El Gerente General de la Cámara Forestal de Bolivia, Dr. Jorge Avila dijo a este medio de comunicación que no habría problema si las tierras deforestadas tuvieran aptitud agrícola. Lo graves que más del 33 por ciento, es decir, algo más de 3 millones de hectáreas deforestadas son tierras de aptitud forestal.
Añadió que esta situación “nos debe preocupar muchísimo”, en razón de que demuestra así que las tierras de producción forestal están siendo avasalladas, sin tener en cuenta su fragilidad
Estos desmontes producen 3 ó 4 años y luego pierden capacidad productiva. Por eso, los productores abandonan y migran para “seguir tumbando monte”.
CONCESIONES
En 1977, el Estado otorgó 89 concesiones forestales, con 6 millones de hectáreas, a otras tantas empresas para aprovechamiento forestal sostenible. En 2013, quedaban 20 empresas trabajando en dos millones de hectáreas
Las restantes empresas devolvieron al Estado 4 millones de hectáreas, despidieron a sus trabajadores y se dedicaron a otra cosa.
La mayor parte, el 85 % de estas tierras devueltas, actualmente están siendo usadas en cultivos agrícolas por parte de comunidades indígenas o campesinas
PREOCUPACIÓN
El Gerente General de la Cámara Forestal de Bolivia, reiteró su preocupación por el cambio intempestivo del uso del suelo y afirmó que su institución no cejará en la defensa de los bosques.
“Sabemos que los bosques son indispensables para la vida, incluso para la producción agropecuaria. Generan humedad para que la producción salga adelante”, dijo y añadió que los servicios ambientales, como el de garantizar agua, pero que no todos lo saben. “No hay conciencia social ni en los funcionarios públicos”, dijo.
AMPLIACIÓN
El Gerente General también se refirió a la decisión del Estado de ampliar la frontera agrícola hasta los 12 millones de hectáreas, de las 4 ó 4.5 actuales para producir alimentos y lograr soberanía alimentaria,
“Desafortunadamente tememos que esta ampliación se haga a costa de las tierras de producción forestal permanente, en suelos que no soportan la agropecuaria”, añadió.
La Cámara y sus miembros, dijo, no se oponen al desarrollo agropecuario y consideran que es indispensable. Es más, son partidarios de que el Estado facilite el desbosque y abarate los costos, pero únicamente en tierras no forestales.
Pidió en cambio que el Estado utilice la “suficiente decisión política y la fortaleza administrativa y jurídica para impedir que el desbosque ocurra en tierras de capacidad forestal”, en tierras frágiles.
Pese a la “arremetida muy fuerte” a favor de la ampliación de la frontera agrícola, el presidente de la Cámara Forestal dijo que “ojalá le permita al Estado conciliar intereses y garantizar la soberanía alimentaria y la supervivencia de los bosques”.
Fuente: El Progreso del Gran Valle - Diciembre 2014