Cada vez más las personas se conciencian sobre el cuidado de la flora urbana y nativa, como una vecina que se interpuso ante un tractor
Ante la impotencia de ver cómo los tractores de la Alcaldía arrasaban con una treintena de plantas y arbustos, Luz Ana Márquez Égüez se aferró al hinchado tronco de un toborochi para no permitir que sea talado.?Esto sucedió la fría noche del 27 de mayo del año pasado en la avenida Busch, casi cuarto anillo.
El ejemplar de toborochi, que según los botánicos no pasa de 80 años, quedó solitario en medio de un solar que, según el mapa del plano regulador, corresponde a una calle, pero al lado estaba planificado construir una plaza triangular, aunque el terreno fue ocupado ilegalmente y en él hay hoy varias construcciones.
Desde esa fecha doña Luz Ana se convirtió en guardián del toborochi que se salvó de ser talado y hoy está en medio de la calle que la Alcaldía recientemente pavimentó.
“Este toborochi es el sobreviviente de una mancha de árboles frutales que pertenecieron a la quinta de mi madre, Ana María Égüez de Márquez, que compró la propiedad hace más de 80 años a un pariente de Lino Banegas. Con la tala hecha por la comuna se perdieron varios ejemplares de achachairú, manga, guapurú y otros”, refirió.
Reconocimiento
El 1 de octubre se celebra el Día del Árbol en Bolivia, por tal motivo el Colectivo Árbol de Santa Cruz de la Sierra, en su lucha por preservar los bosques urbanos, mañana, desde las 9:00, realizará un recorrido para nombrar como árboles históricos a cuatro ejemplares, todos de especies nativas.
Eliana Torrico, portavoz del colectivo, señaló que iniciarán la travesía en el cuarto anillo y avenida Roca y Coronado, en el terreno donde solo quedó una planta de tarumá (Vitex cymosa). “Este tarumá es sobreviviente de la ‘masacre ambiental’ ocurrida durante el Carnaval de 2016, donde talaron ilegalmente 275 árboles de porte alto de especies nativas y exóticas, que conformaban un bosque urbano”, recordó Torrico.
La siguiente visita será al toborochi rosado (Ceiba speciosa), que fue salvado por la vecina Luz Ana Márquez.
El tercer árbol reconocido será el toco, también denominado oreja de mono, situado en la avenida Argomosa, casi Suárez Arana, el cual en los años 90 fue elegido como uno de los mejores árboles de la ciudad.
La última parte será en el añoso cupesí de la esquina de las calles Moldes y Chuquisaca, en el Colegio Nacional Florida, a cuya sombra fue fundado del club de fútbol Real Santa Cruz, en 1962.
Asimismo, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) tiene previsto hacer un homenaje a los árboles para mañana.
Igor Ruiz Zelada